"Atilio es un ratón diminuto con grandes sueños.
El camino para alcanzarlos es duro y muy lejano.
¿O no?
Una historia épica sobre búsquedas e identidades, repleta de humor y de referencias literarias."
La editorial Libre Albedrío ha publicado el álbum Atilio, escrito por Fran Pintadera y que he tenido la suerte de poder ilustrar, han realizado una edición estupenda, el formato es perfecto y el tacto del papel es el adecuado, hay páginas donde hay mucho blanco y era imprescindible que tuviese el gramaje adecuado para que no transparentase, ha quedado genial, estoy muy muy contento con todo el proceso de creación y con el resultado final.
Dibujar ratones no resultó una tarea fácil, la verdad es que hay miles en literatura, cine o tebeos y me obsesionaba con que no se pareciese mucho a lo ya visto, o que por lo menos tuviera algo de carácter propio. Busqué diferenciarlo y ampliar detalles y gestos que emparentaran con otros roedores, como los conejos o un ratón-zorro del desierto que se fénec y del que me gustaban sus enormes orejas con forma triangular, así que elaboré un personaje mixturizado, que quizá plantee dudas al identificarlo, pero ese era el personaje con el que yo sentía cómodo. También intenté escapar de dibujar una armadura occidental (otra más) y la dibujé con recuerdos a las de los samuráis, que la verdad es que molan mucho más. Cuando ya llevaba más de la mitad del libro, descubrí un par de tebeos dónde había ratones medievales con armaduras y orejas triangulares, la decepción fue grande y estuve a punto de volver a empezar de cero, aunque tengo que decir que los editores fueron parte activa de que siguiese adelante con el libro, ellos estaban convencidos, y lo agradezco enormemente.
Atilio es un ratón que vive en una biblioteca y está obsesionado por los libros de aventuras y claro, ve y vive el mundo a su manera y a veces (la mayoria) no coincide con la realidad y con el del resto de la ratonera. El libro es ante todo una declaración de amor a la lectura, bueno y algo más, pero para descubrirlo tendrán que leer el libro.
Hay muchas, muchísimas referencias y todo está enlazado de tal manera, que lo que se lee al principio tiene una consecuencia al final, incluso el color del ratón tiene un sentido, y seguro que los mayores encuentran tantos caramelos repartidos por el libro, como los pequeños, esa es la idea.
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