Y utilizo la primera página de las ilustraciones, que suele ser de presentación de la aventura.
Queríamos representar por un lado a los protagonistas del libro y por otro el espacio donde se desarrolla la historia, un parque donde a los niños no se les permite acceder. Quería mostrar en una sola imagen misterio, intriga, ganas de conocer…
Necesitaba dibujar a a los personajes entre rejas, pero a la vez demostrar que se trata de un espacio abierto y que ellos pueden acceder, pero hay algo que se lo impide. Probé con diferentes puntos de vista y lo mejor era elevar un poquito ese punto de vista.
A la hora de equilibrar el texto e imagen decidí colocar los bloques de texto en la zona superior y la carga de imagen en la parte inferior.
Una vez coloreada la ilustración vemos una masa con mucho mas color y oscuridad en la página par, esa parte donde están los niños entre rejas, mientras que la página impar está libre y con un solo tono de color, para marcar esa diferencia entre lo privado y lo liberado.
Era importante pintar a los personajes en contraluz, para aumentar la carga dramática de los personajes.
Y todavía más importante, el dominante de color, esa escena se desarrolla en verano y quise que el verano tuviese siempre un tono amarillo-naranja.
Los tres personajes están a una misma altura, por cierto no muy alta para remarcar lo pequeños que son y me parecía interesante que fuese Gustavino el perro, el que puede acceder libremente al parque pero que no se atreve. Y así damos también personalidad al animal.
El detalle de las hojas sobre el pelo de los chicos y qué representa conocimiento tiene que ver con los anteriores libros ya que de alguna manera con este gesto conseguimos un guiño con el lector que ya ha leído los otros libros